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Guate, hablemos de la Primera Infancia

*Por: Belia Meneses*                                                  

La Primera Infancia es ese período comprendido entre los 0 y 6 años de edad.  La evidencia y la investigación es contundente en que es cuando se determina la trayectoria de vida de una persona.     Por esta razón,  el mundo completo ha volcado su atención a los niños de esa edad.

Simplemente porque es el futuro de un país.  Simplemente porque no podemos hablar de competitividad y de un mundo digital y globalizado,  si nuestros niños no desarrollan sus capacidades.    Cualquier otra intervención social,   en cualquier otra edad, se haga lo que se haga,  no tiene impacto si la base no se ha desarrollado.   Y la base es la Primera Infancia.

Pero antes de entrar en materia,   Guate,   hablemos de nuestra Primera Infancia.      Aproximadamente   3.2 millones de niños son  menores de 6 años, que es cerca del 20% de la población del país (INE 2016).   De estos niños, sólo 562 mil van a la escuela o reciben alguna atención en educación (MINEDUC 2014),  es decir solamente 2 de cada 10 niños.

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A esto,  agreguemos que  la mitad de estos niños menores de 5 años padecen desnutrición crónica.   Por lo tanto, su desarrollo físico también está en riesgo, y muy grande, porque el 95% del crecimiento del cerebro se da antes de los 5 años.    Después no hay nada que hacer.   Nada.   El daño es irreversible.   Y su capacidad de aprender disminuye.

Lo ideal es que la madre esté en el hogar, cuente con los recursos sociales y económicos para  atender a su hijo, le de afecto, vivan en un ambiente saludable y sin violencia.    Sin embargo, este no es nuestro caso.    En Guatemala, 8 de cada 10 niños menores de 5 años viven en condiciones de pobreza (CEPAL/UNICEF) y sabemos que los niños de  familias en condiciones de pobreza entran a la escuela primaria con mucha menos capacidad de aprender.    De adultos ganan salarios más bajos y tienen índices más altos de delincuencia (BID 2014).    ¿No es una prioridad darles la atención que necesitan para cerrar esta brecha?

captura-de-pantalla-2016-11-14-a-las-14-23-47Existe suficiente y rigurosa evidencia acerca del retorno económico y social de invertir en la primera infancia.    Este período determina las oportunidades de aprender más adelante. Diversas investigaciones económicas han demostrado que la inversión en educación preprimaria y otras intervenciones en etapas tempranas generan beneficios que exceden por mucho a los costos (Heckman 2012), por el impacto en el desempeño escolar (reducción de tasas de deserción, de repitencia, aumento en tasas de terminación, entre otras).

 

La educación preescolar (preprimaria y educación inicial) es la estrategia por excelencia para impactar en otros aspectos sociales,  como  generación de ingresos, productividad, reducción de tasas de criminalidad,  reducción de tasas de embarazo en adolescentes, reducción en costos de capacitación para el trabajo y entre los efectos más importantes,  aumento de la cohesión social.

Ya sabemos que la Primera Infancia es una prioridad.   Es ahora,  Guate,   que debemos arremangarnos para trabajar juntos por la Primera Infancia.  Veamos cómo en nuestro próximo blog.

belia

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