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¿Por qué la Primera Infancia necesita un esfuerzo colectivo?

*Por: Belia Meneses*                                                  

La escala y complejidad de los retos que enfrentamos como país para los niños desde su gestación hasta los 6 años, ha venido creciendo de manera alarmante durante décadas.    Los esfuerzos heroicos de maestros, organizaciones sin fines de lucros, gobiernos, junto a millones de recursos invertidos,  no han generado los resultados esperados.

Existen muchas experiencias en el país en donde muchos trabajan con entusiasmo, pero, años después y miles de dólares después, los cambios no se dan.    ¿Por qué?   Porque los problemas sociales complejos, como el de acceso a  educación y el de desnutrición crónica, requieren la participación de varios actores, cada quien con un rol, para mover la aguja de los indicadores y  darle escala –scale up– y sostenibilidad a las intervenciones.

La clave es que estos actores –pueden ser de diferentes sectores- estén comprometidos con una agenda común para resolver problemas sociales específicos.    La colaboración no es nada nuevo, sobre todo para la educación y salud del país.   Estos sectores están llenos de iniciativas que se han denominado alianzas, pactos, redes, y otros esfuerzos, pero lo que proponemos es una iniciativa diferente.

La investigación y las experiencias muestran que el concepto de Impacto Colectivo requiere 5 condiciones para tener resultados verdaderamente poderosos.   Es fundamental considerarlas para que se dé una auténtica alienación.

Una agenda común – comprensión compartida del problema y un enfoque conjunto para resolverlo. No se trata de estandarizar y difundir programas.   Se trata de acordar acciones para llegar a un objetivo en común.
Sistemas de medición compartidos – acordar en cómo se medirán los resultados y el impacto, y cómo se deben comunicar. Algo muy sencillo, pero que asegure que los esfuerzos están alineados y se logre aprender unos de otros.
Actividades mutuamente complementarias – el impacto colectivo es exitoso en la medida que un grupo diverso de intervenciones trabajen unidas, no se trata de que todos hagan lo mismo
Comunicación sólida y continua – se deben establecer mecanismos de comunicación de alto nivel, con el compromiso de participar en reuniones, manteniendo un interés genuino por el problema, no en favor de ninguna organización.
Apoyo de una organización de soporte – asignar y formar un staff comprometido que resuelva lo operativo. Esto es tan crítico, ya  que es uno de los factores más comunes por el que fracasan  los esfuerzos de impacto colectivo.
El mundo está lleno de iniciativas aisladas –isolated impact-, que claramente no han dado resultado. Especialmente  el tercer sector, el mundo de las organizaciones sin fines de lucro, opera bajo este concepto,  suponiendo que aisladamente resolverán el problema.    Se promueve, de manera equivocada, cómo cada programa individual produce el mejor resultado, sin considerar el otro buen número de organizaciones que han contribuido a ese resultado.

Rompamos ese paradigma de intervenciones aisladas.   El mundo entero le apuesta al impacto colectivo, bien organizado y sustentado.   Guatemala y la Primera Infancia lo ameritan.

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